Ítem #: SCP-309
Clase de Objeto: Euclid
Procedimientos Especiales de Contención: SCP-309 está actualmente almacenado en una caja de guantes segura en el laboratorio de investigación de nivel 2 en el Sitio-██. Las examinaciones físicas de rutina de SCP-309, así como los experimentos que involucran pequeños animales, solo pueden realizarse usando la caja de guantes. Remover a SCP-309 de la caja de guantes para probarlo en animales grandes o humanos requiere de la aprobación del Dr. ██████ o el equivalente a un miembro del personal de comando de nivel 4. Las pruebas humanas están restringidas al personal Clase-D.
Descripción: SCP-309 es un pequeño animal de peluche que luce como si hubiera sido volteado hacia afuera. Una piel de color naranja dorada está presente a lo largo de las costuras, mientras que una pequeña cantidad de relleno de algodón y dos ojos sobresalientes son visibles en la cabeza. El interior de SCP-309 está relleno de algodón, dándole una sensación flexible y de peluche.
SCP-309 no posee efecto alguno en los objetos inanimados; sin embargo, el contacto con sujetos vivos es tan peligroso como mortal. Los humanos y animales que rocen ligeramente a SCP-309 con un dedo o una proporción similarmente pequeña de su cuerpo demostrarán severas e inlocalizables molestias durante decenas de minutos después. Los humanos también reportar sentir náuseas extremas, a pesar de que SCP-309 no induce el vómito. Las molestias y las náuseas son tan abrumadoras que incluso los sujetos más fuertes han demostrado ser incapaces de mantener un contacto voluntario con SCP-309 por más de unos segundos.
Si SCP-309 es presionado firmemente contra un sujeto o el sujeto toma rápidamente a SCP-309 e intenta sostenerlo, el sujeto será violenta y dolorosamente volteado de adentro hacia afuera en un transcurso de cinco a diez segundos. Los esqueletos permanecen inalterados, pero todos los tejidos blandos son invertido de modo que los músculos, tendones, ligamentos y varios órganos interno quedan resituados en el exterior del cuerpo. Aunque no es inmediatamente fatal, el proceso es irreversible y considerado, de forma unánime, como doloroso.
